Sonetos de un recuerdo

Escucho una y otra vez aquella canción tan nuestra, tan repleta de reuerdos... cierro los ojos y recuerdo tu pelo negro como el azabache brillando a la luz de la Luna, tus labios de ese color carmín susurrando la letra mientras estamos recostados sobre el cemento de una calle solitaria, las horas mueren, acaricio tu piel suave como la seda, blanca como la nieve; mis ojos sólo se fijan en vos... la Luna es más bella en el reflejo de tus ojos.

No aguanto más, las lágrimas se comienzan a desbordar y los recuerdos se oscurecen, ya no son tan bellos pero son igual de reales, tras tanto tiempo no consigo dormir sin despertarme en un grito ahogado, la comida me sabe a cenizas y el color del mundo se ha evaporado,  se ha consumido como tu frágil vida, como este vaso de whisky que me ayuda a conciliar el sueño, un sueño que ya no se podrá hacer realidad, un sueño que se convierte en una pesadilla y no me deja seguir, no me deja de atormentar, fue todo tan rápido... no os dije todo lo que quería, todo lo que yo por vos sentía... 

La canción por enésima vez acaba, al igual que el whisky, al igual que mis lágrimas, caigo en un profundo sueño y te veo, nose si eres real o no, pero no quiero que te marches, no quiero que acabe pero lo hace... me despierto, pero esta vez no grito, esta vez un escalofrío se apodera de mi, es tu perfume el que huelo y una mano se posa en mi hombro y unos tiernos labios me besan  en la frente, sos vos... sigues conmigo, aunque no te pueda ver, velarás por mi y me cuidarás hasta que nos volvamos a encontrar...