16/3/11

Cuatro botellas de vino duermen en mi cama deshecha, fundida en el calor del infierno, carcomida por la razón. Despierto una y otra vez apoyado en la taza del retrete, mi mundo se hunde sin poder detenerle, creo en la verdad, verdad que nadie verá jamás, sueño con días donde todo sea un sueño, preguntas sin respuesta sin ser retóricas, respuestas disparadas desde armas automáticas, quiero dormir y pensar que esto es una pesadilla así despertar y vivir la vida...

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